ACS y Acciona han sido seleccionadas como finalistas en dos concursos en Australia para llevar a cabo un ambicioso proyecto de infraestructura eléctrica, valorado en 1.100 millones de dólares australianos (660 millones de euros). Este proyecto, conocido como Hunter, tiene como objetivo conectar las áreas rurales donde se generan energías renovables con el entorno urbano de Sídney, en el estado de Nueva Gales del Sur. La iniciativa contempla la construcción de una nueva línea de transmisión aérea de 500 kilovoltios y aproximadamente 100 kilómetros de longitud, que unirá Bayswater y Olney y enlazará con las líneas de transmisión operadas por Transgrid, una empresa privada que gestiona los activos eléctricos públicos del estado.
Las compañías españolas compiten por separado en los diferentes aspectos del concurso. Acciona ha presentado su propuesta en colaboración con la empresa local Genus Group, mientras que ACS participa a través de sus filiales UGL y CPB, ambas parte de su subsidiaria Cimic. En la licitación para el tendido de la línea de transmisión aérea, Acciona y ACS se enfrentan a dos empresas rivales, Downer y Gamuda. En el concurso para desarrollar las subestaciones, ACS compite solamente contra Consolidated Power Projects. La construcción del proyecto está prevista para iniciar en 2026 y finalizar en 2028, según las autoridades de Nueva Gales del Sur, que buscan así una transición hacia fuentes de energía más sostenibles y una mejora de la infraestructura eléctrica del estado.
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