Desde el año 2022, el Gobierno regional ha distribuido un total de 198 ayudas económicas destinadas a apoyar a víctimas de violencia de género, acumulando un importe total que supera los 1,2 millones de euros. Estas ayudas, cuyo monto estándar es de 3.420 euros, equivalen a seis meses de subsidio por desempleo o al 95% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM).
La cuantía de las prestaciones está sujeta a incrementos en ciertos casos específicos. Si la víctima tiene a su cargo familiares o menores acogidos, o si alguno de estos tiene reconocido un grado de discapacidad, el apoyo económico puede aumentar significativamente, llegando hasta los 12.420 euros.
La implementación de la Ley Integral contra la violencia de género en la Comunidad ha propiciado el desarrollo de una amplia red de servicios que brindan refugio y asistencia a las víctimas. Esta red cuenta con centros de emergencia, acogida, pisos tutelados y residencias para víctimas de trata con fines de explotación sexual. Además, se han habilitado espacios para jóvenes y para reclusas y exreclusas, sumando un total de 316 plazas residenciales disponibles para mujeres afectadas, sus hijos y personas a su cargo.
Desde 2009, la región ha reafirmado su compromiso con esta causa a través del Centro de Atención Integral a Mujeres Víctimas de Violencia Sexual (CIMASCAM), dependiente de la Dirección General de la Mujer y la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales. Este centro fue pionero a nivel nacional en ofrecer este tipo de asistencia integral. Además, la región cuenta con dos Centros de Crisis que operan las 24 horas del día.
Como parte de los esfuerzos continuos para ampliar el apoyo a las víctimas, se están ultimando los preparativos para abrir un centro especializado en atender a mujeres con discapacidad intelectual que han sufrido violencia, así como un centro innovador dedicado a ayudar a mujeres a dejar la prostitución.
Esta serie de medidas y servicios subraya el compromiso de la Comunidad con la erradicación de la violencia de género, mediante la implementación de un sistema de apoyo que no sólo ofrece asistencia económica, sino también un respaldo social y emocional imprescindible para las mujeres en situación de vulnerabilidad.