La Comunidad de Madrid avanza en el refuerzo de su sistema sanitario con un nuevo proyecto de Ley de Salud Pública que busca afianzar la confianza de los ciudadanos en la autoridad sanitaria. Este anteproyecto no solo clarifica las competencias del gobierno madrileño, sino que también potencia la vigilancia, prevención y promoción de la salud en la región.
El texto de la ley pone especial énfasis en los factores determinantes en la aparición de enfermedades a lo largo de la vida. Se reconocen como cruciales el entorno familiar y social, la calidad del aire, el agua y la alimentación, así como la actividad física. Con estos puntos como base, la normativa se asienta sobre pilares como la información y vigilancia epidemiológica, la prevención de enfermedades y la protección de la salud ambiental.
Asimismo, la seguridad alimentaria y el control de riesgos asociados al tránsito de mercancías y al tráfico internacional de viajeros son componentes clave del proyecto. También se destaca la promoción de la salud laboral como una prioridad.
El diseño incluye nuevas estrategias organizativas para mejorar servicios en el tratamiento de enfermedades transmisibles y no transmisibles, así como en la atención a lesiones, accidentes y colectivos con necesidades especiales. Además, se plantean iniciativas para optimizar la eficiencia y sostenibilidad del sistema, subrayando que la prevención es más efectiva y económica que el tratamiento.
Un elemento distintivo de esta ley es la implicación de múltiples agentes en su implementación. La coordinación entre políticas de salud, desarrollo económico, educación, medio ambiente, urbanismo, vivienda y empleo, entre otras, busca un enfoque integral en la promoción de la actividad física, el consumo responsable y el comercio.
La iniciativa refleja un compromiso con un abordaje holístico de la salud pública, incidiendo en la capacidad de la región para adaptarse a los desafíos actuales y futuros mediante una colaboración intersectorial sólida y efectiva.