En medio de una creciente polémica, los conductores de triciclos turísticos han levantado la voz para denunciar que la nueva normativa de circulación se implementó de manera tardía, afectando negativamente su trabajo. Estos trabajadores del sector turístico se sienten injustamente criminalizados por las autoridades, quienes han comenzado a aplicar sanciones y restricciones estrictas. La normativa, que busca regular el uso de estos vehículos en el centro de la capital, llega después de años de operar en una zona gris legal, lo que ha generado confusión y molestia entre los conductores que dependen de esta actividad para su sustento diario.
La reacción del gremio ha sido inmediata, exigiendo que se reconsideren las medidas y se ofrezcan alternativas viables para su operación. Muchos argumentan que esta legislación debería haberse implementado con un periodo de adaptación adecuado y con comunicación efectiva, permitiéndoles ajustarse a las nuevas reglas sin poner en riesgo sus ingresos. Además, resaltan que su trabajo contribuye de manera significativa al turismo y a la economía urbana, por lo que la estigmatización y las penalizaciones solo perjudican a un sector que hasta ahora ha operado en un vacío regulatorio.
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