El Gobierno de Nicolás Maduro ha decidido llamar a consulta a su embajadora en España, Gladys Gutiérrez, en un movimiento diplomático que ha generado múltiples interpretaciones y especulaciones sobre el futuro de las relaciones bilaterales entre ambos países. Esta acción se produce en un contexto de tensiones persistentes entre Caracas y Madrid, derivado de diferencias políticas y una serie de incidentes diplomáticos que han marcado la relación en los últimos años. La convocatoria de Gutiérrez a Venezuela se presenta como una medida de presión y un claro mensaje del Ejecutivo de Maduro hacia el gobierno español.
La embajadora Gladys Gutiérrez, quien ha desempeñado un papel crucial en la representación de los intereses venezolanos en España, regresa a Caracas en un momento crítico para las relaciones exteriores de Venezuela. Este movimiento podría tener repercusiones significativas en las dinámicas diplomáticas y comerciales entre ambos países, y se espera que el gobierno español emita una respuesta oficial en los próximos días. La situación actual refleja las complejidades y los desafíos diplomáticos que enfrentan ambas naciones en su intento por equilibrar sus políticas internas y externas.
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