Madrid, conocida por su hospitalidad, diversidad y riqueza cultural, se embarca en una innovadora estrategia para consolidarse como uno de los destinos turísticos más atractivos a nivel global. En el marco del Plan Estratégico de Turismo 2015-2019, la ciudad está desarrollando un nuevo sistema gráfico destinado a capturar y transmitir su esencia, con el propósito de promocionarla en el ámbito mundial.
Este novedoso esquema está concebido no solo como un elemento visual sino como una potente herramienta narrativa. Inspirado en la imagen de unos brazos abrazando, puede adaptarse para evocar distintos contextos, lugares o símbolos emblemáticos de Madrid, ofreciendo así un abrazo simbólico a quienes deseen explorar sus rincones.
Madrid deja huella en el corazón de quienes la visitan no por un monumento en específico, sino por cómo la experiencia de la ciudad les hace sentir. Siguiendo la máxima de Maya Angelou, «La gente no recuerda lo que les dijiste, recuerda cómo les hiciste sentir», Madrid se convierte en una ciudad que, más que ser visitada, se vive y se ama.
La identidad madrileña trasciende las barreras geográficas; es cosmopolita y acogedora. Incluso aquellos que no han nacido en ella se sienten madrileños, en una ciudad donde lo tradicional se entremezcla con lo global, donde el mantón de Manila y los calamares a la romana representan la fusión cultural que la caracteriza. No en vano, Madrid celebra la diversidad de manera palpable, siendo el Orgullo una de sus festividades más emblemáticas, un evento que abarca la ciudad entera en un abrazo de inclusión y celebración de la diversidad.
Reflejar esta esencia multifacética de Madrid a través de un sistema gráfico representa un desafío creativo significativo. La intención es ir más allá de un simple logo o identidad visual estática; se busca crear un lenguaje iconográfico que narre la historia de Madrid y que sea flexible, capaz de adaptarse y evolucionar de acuerdo con las necesidades de la narrativa urbana.
Este enfoque pretende involucrar tanto a visitantes como a locales, generando un diálogo visual que se extienda a través de diversos medios y plataformas, estableciendo un vínculo emocional profundo con la ciudad. De esta manera, Madrid se propone no solo ser un destino sino una experiencia, un lugar al que se llega para vivir y sentir, abrazados por su rica cultura, su historia y su gente.
La iniciativa, aún en desarrollo, promete cambiar cómo percibimos y nos relacionamos con las identidades urbanas, utilizando el diseño y la narrativa visual como puentes para conectar emocionalmente con los espacios que habitamos o visitamos. Madrid, con sus brazos abiertos, invita a todos a formar parte de su historia continua, una historia de acogida, diversidad y amor.
Fuente: Diario.Madrid.es
