En el marco del Día Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, ha asistido a una demostración especial en la línea 8 del metro, entre las estaciones de Nuevos Ministerios y Colombia. Este evento resalta una significativa iniciativa de inclusión protagonizada por Lara, Carmen, Juan y Raúl.
La iniciativa surgió a partir de la solicitud de ayuda de Lara, una joven con síndrome de Down que buscaba viajar de manera independiente al centro donde estudia y trabaja. Según Rodrigo, “tenemos que agradecerle a Lara que un día acudiese a nosotros pidiéndonos ayuda porque, gracias a ella, presentamos los magníficos resultados de este programa”. La inspiradora experiencia de Lara motivó la creación de un proyecto que está transformando la forma en que las personas con discapacidades se desplazan por la ciudad.
El programa de entrenamiento, que se desarrolla en dos etapas, es implementado por los empleados del Metro junto a profesionales externos especializados en la formación de personas con discapacidades. Inicialmente, se evalúan las necesidades de cada usuario para luego establecer un itinerario personalizado que se practica intensivamente durante varias semanas. Durante este período, los participantes interactúan con distintos elementos de la estación, como máquinas expendedoras de billetes, tornos e interfonos, lo que les permite adquirir la confianza necesaria para viajar solos.
Dentro de las innovaciones de este programa, destaca la creación de la primera guía en lectura fácil para facilitar los viajes de las personas con discapacidad. Este recurso, junto con sesiones educativas en colegios de Educación Especial y recorridos guiados por la red de metro, ya ha sido utilizado por más de 1.700 usuarios. Además, Metro ha lanzado esta guía en formato audiovisual, accesible en YouTube, con subtítulos y traducción a lengua de signos, ampliando así su accesibilidad.
El compromiso del Metro con la inclusión también se refleja en campañas de sensibilización sobre la discapacidad intelectual y del desarrollo, y en la formación específica de los empleados que tienen contacto directo con los viajeros. Asimismo, se ha llevado la experiencia del metro a los centros de Educación Especial, mediante la tematización de estos espacios con la señalética característica del suburbano, fomentando un ambiente educativo inclusivo y amigable.
Este esfuerzo no solo aboga por la autonomía de las personas con discapacidades, sino que también promueve una sociedad más inclusiva y accesible para todos. La iniciativa demuestra que con el apoyo adecuado y los recursos necesarios, se pueden derribar barreras y abrir nuevas oportunidades para quienes más lo necesitan.