A 40 días de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la vicepresidenta Kamala Harris, candidata demócrata, mantiene una ligera ventaja de 2,1 puntos sobre el ex presidente Donald Trump, según las últimas encuestas. Harris obtendría el 49,2% del favor del electorado, frente al 47,1% de Trump a nivel nacional. Sin embargo, esta ventaja podría no traducirse en una victoria efectiva debido al sistema de voto electoral y la estrategia republicana. Los demócratas necesitan una ventaja del 3% en la media de las encuestas para asegurar la victoria, una barrera que Harris aún no ha logrado superar. La clave de esta contienda es Pensilvania, un estado tradicionalmente demócrata que se ha convertido en estado indeciso desde la victoria de Trump en 2016, con las últimas encuestas mostrando una competición cerrada entre ambos candidatos.
Donald Trump, por su parte, lidera en varios estados indecisos cruciales como Arizona, Georgia, Nevada y Wisconsin. Además, su candidatura tiene un fuerte respaldo en temas que preocupan a la mayoría de los votantes, especialmente en economía y seguridad. Las encuestas internas demócratas indican que Trump podría ganar en Pensilvania y Wisconsin, lo que complicaría aún más el camino de Harris a la Casa Blanca. Harris, que cuenta con el apoyo garantizado en estados como Colorado, Illinois y Nueva York, necesita asegurar el ‘muro azul’ (Michigan, Wisconsin y Pensilvania) para tener posibilidades de ganar. Este panorama preelectoral muestra una contienda reñida en la que ambos candidatos se enfrentan con fuertes estrategias en estados claves para definir el próximo presidente de Estados Unidos.
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