El Sevilla consiguió rescatar un punto en su visita al estadio de San Mamés tras empatar agónicamente en tiempo de descuento contra el Athletic Club, que jugó con un hombre menos desde el minuto 81 por la expulsión de su portero, Julen Agirrezabala. El equipo bilbaíno, que había adelantado en la primera parte con un gol de Mikel Jauregizar, se replegó en defensa tras la roja de su arquero y le cedió el control del partido al Sevilla. A pesar de sus esfuerzos defensivos, el sustituto en la portería, Álex Padilla, concedió el gol del empate en un infortunado despeje que terminó en su propia portería tras rebotar en el larguero y caer en sus pies.
Con la misma inferioridad numérica, el conjunto rojiblanco intentó reaccionar en los últimos minutos del tiempo añadido, lanzándose al ataque en busca de un gol salvador, pero no consiguió concretar las oportunidades generadas. El empate significó el fin de una racha de tres victorias consecutivas para el Athletic y un valioso punto para el Sevilla, que nunca bajó los brazos y mantuvo la presión hasta el final. Los hermanos Williams destacaron con su intensidad durante el encuentro, aunque no lograron aumentar la ventaja para su equipo. El resultado dejó un sabor amargo en Bilbao, mientras que para el Sevilla, el punto obtenido sirvió para aliviar algunas de sus recientes frustraciones.
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