Donald Trump sigue adelante con su campaña para ser reelegido como presidente de Estados Unidos, utilizando su característico estilo populista que enciende a sus seguidores. En su último acto, Trump asistió a un partido de fútbol americano en el estadio Bryant-Denny de Tuscaloosa, donde los Crimson Tide de la Universidad de Alabama se enfrentaron a los Bulldogs de la Universidad de Georgia. Una multitud entusiasta se reunió para recibir al candidato republicano, y Trump los sorprendió comprando cajas de tiras de pollo frito en uno de los puestos de comida del estadio, que luego lanzó hacia sus seguidores, desatando la euforia general.
La asistencia de Trump a este evento masivo, en un estadio con capacidad para más de 100.000 espectadores, ha generado críticas, especialmente después de haber sobrevivido a dos intentos de asesinato recientes. Sin embargo, Ronald Rowe, director interino del servicio secreto, aseguró que su equipo está preparado para garantizar la seguridad del expresidente, subrayando la experiencia y precauciones tomadas para crear un entorno seguro durante sus apariciones públicas. A pesar de las divisiones y riesgos, la campaña de Trump continúa generando apasionadas respuestas entre sus partidarios.
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