Claudia Sheinbaum Pardo asumirá este martes 1 de octubre la Presidencia de los Estados Unidos Mexicanos, convirtiéndose en la primera mujer en ostentar dicho cargo en los 200 años de historia del país. La ceremonia, de marcado carácter laico, se llevará a cabo en el Palacio Legislativo de San Lázaro a las 9 horas del DF. La toma de protesta será dirigida por la diputada Ifigenia Martínez Hernández, quien entregará la banda presidencial a Sheinbaum. La ausencia del Rey de España en el evento, debido a una solicitud de disculpas por la conquista no atendida, y la presencia de líderes como el cubano Miguel Díaz-Canel y el brasileño Lula da Silva, han resaltado la complejidad del panorama diplomático que enfrentará Sheinbaum.
Durante los últimos seis años, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) consolidó su popularidad mediante políticas de ayudas sociales y un estilo comunicativo fuerte y personalista, encapsulado en las famosas «Mañaneras». Sin embargo, dejó desafíos considerables en ámbitos como la seguridad y la economía, con un crecimiento promedio del 0.9% y una militarización creciente del país. Aunque Sheinbaum ha prometido continuar con el legado de AMLO, su perfil técnico y menos carismático plantea interrogantes sobre su capacidad para mantener el control y la popularidad mientras enfrenta las dificultades dejadas por su predecesor. La política exterior de México también podría ver poca variación, manteniendo la línea trazada por AMLO, especialmente en relaciones complicadas como las que tiene con España y Estados Unidos.
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