La vicepresidenta segunda ha expresado su firme opinión sobre la gestión del duelo en el ámbito laboral, subrayando la dificultad que enfrentan las personas al intentar desempeñarse adecuadamente en sus trabajos poco después de la pérdida de un ser querido. Durante una reciente intervención, señaló que resulta casi imposible cumplir con las expectativas laborales a los dos días del fallecimiento de alguien cercano, ya sea un padre, una madre, un hijo, una hija o un amigo. Este enfoque busca visibilizar la importancia de ofrecer un tiempo adecuado para el duelo, aunque no se especificaron propuestas concretas para modificar las políticas actuales.
El comentario de la vicepresidenta tiene lugar en un momento en el que se discuten ampliamente los derechos laborales relacionados con el duelo y el bienestar emocional de los trabajadores. Diversos sectores de la sociedad han manifestado la necesidad de reformar las normativas vigentes para incluir permisos más extensos y flexibles, adaptados a las necesidades emocionales de las personas en duelo. La declaración ha resonado en el debate público, sumándose a las voces que abogan por un cambio en la percepción del duelo personal y su impacto en el rendimiento profesional.
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