Stephen King, célebre autor de terror, publicó «It» en 1986, situándola en la cima de la literatura americana del género. La novela relata la historia de un ente sobrenatural que, disfrazado de payaso, aterroriza a la población de Derry. Un grupo de adolescentes se enfrenta a esta amenaza en una narración que combina maestría narrativa y terror. King consigue infundir un realismo detallado, abordando incluso temas científicos. Un ejemplo es la escena donde los adolescentes manejan maderas con clavos oxidados, lo que sirve para introducir una conversación sobre los peligros del tétanos, añadiendo una dimensión instructiva a la trama sin comprometer la tensión.
El relato introduce información detallada sobre el tétanos, una enfermedad que se desarrolla tras el contacto de heridas con superficies oxidadas, y describe los avances médicos desde sus primeras descripciones hasta el desarrollo de la vacuna actual. La narrativa destaca cómo durante la I Guerra Mundial se aplicaron pequeños sueros a los soldados, y en la década de 1920, se establecieron las bases de la vacuna combinada que conocemos hoy. A través de ejemplos en la novela, King recuerda que el terror ficticio puede reflejar situaciones reales, sumergiendo al lector en una experiencia literaria que perdura más allá de las páginas, evidenciando la complementariedad entre ciencia y arte.
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