El debate vicepresidencial celebrado la noche del martes entre Tim Walz, gobernador de Minnesota y candidato demócrata, y JD Vance, senador por Ohio y candidato republicano, se distinguió por un tono más constructivo y explicativo de lo habitual. Aunque hubo momentos de tensión e interrupciones, la confrontación fue menos dominante que en otras ocasiones. Walz, visiblemente nervioso al inicio, fue ganando confianza con el avance de la discusión, mientras que Vance, contrario a las expectativas, mostró una actitud serena y paciente. La conversación giró en torno a diversos temas, con ambos candidatos expresando tanto acuerdos como desacuerdos de manera civilizada.
El encuentro, transmitido por CBS News, destacó por un Vance que buscó moderar su imagen de agitador, defendiendo sus puntos con argumentos y mostrando un lado comprensivo. Solo en una ocasión interrumpió de manera notable cuando abordó el tema de la inmigración en Ohio. La actitud calmada del republicano contagió incluso al demócrata, quien en repetidas oportunidades reconoció puntos de acuerdo con su oponente. Esta dinámica generó un debate menos confrontacional y más educativo, reflejando un interés compartido por dialogar de manera más respetuosa, algo que ambas partes, aparentemente, consideran necesario frente a los ciudadanos.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.