La Casa Blanca ha calificado de «caza de brujas» el juicio al expresidente brasileño Jair Bolsonaro, generando tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y Brasil. El juicio, que enfrenta a Bolsonaro por cargos que sus partidarios consideran políticamente motivados, ha provocado una fuerte reacción de parte del gobierno estadounidense. En una declaración oficial, la administración Biden expresó su descontento con el proceso legal contra Bolsonaro, lo que ha intensificado el clima político en la región.
En respuesta al juicio, Estados Unidos ha decidido imponer el mayor arancel hasta ahora a las exportaciones brasileñas. Esta medida económica representa un significativo golpe a la economía del país sudamericano, que depende en gran medida de su comercio exterior. Analistas advierten que este movimiento podría tener repercusiones serias en las relaciones comerciales entre ambas naciones, además de afectar gravemente a sectores clave de la economía brasileña. La situación se presenta como un desafío importante para el presidente Lula da Silva, quien busca estabilizar y fortalecer la economía brasileña en medio de estas crecientes presiones internacionales.
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