El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha defendido su polémica decisión de aumentar los aranceles a las importaciones desde China, México y Canadá, a pesar de admitir que estas medidas podrían infligir «algo de dolor» a los estadounidenses. En un mensaje contundente en su plataforma Truth Social, Trump justificó que este costo temporal «valdrá la pena» para abordar lo que considera décadas de abusos comerciales, criminalidad y el tráfico de fentanilo que afectan al país mediante sus fronteras norte y sur. El mandatario criticó abiertamente al «globalista y siempre equivocado» Wall Street Journal por oponerse a su política arancelaria, insistiendo en que sus acciones buscan acabar con las prácticas que, según él, han estafado a América durante años.
Las declaraciones de Trump también incluyeron una renovada crítica a Canadá, sugiriendo incluso su anexión como el «estado número 51» de EE.UU., argumentando que Ottawa se beneficia de la «subvención» estadounidense. El presidente recalcó que, sin el apoyo norteamericano, Canadá «dejaría de existir como país viable». Sin embargo, las acciones arancelarias del mandatario podrían desencadenar una intensa guerra comercial a tres bandas, ya que los países afectados han prometido respuestas contundentes. México, China y Canadá no han cedido ante las advertencias de Trump y, por el contrario, han afirmado que tomarán represalias, lo que podría complicar aún más las tensas relaciones comerciales internacionales de Estados Unidos.
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