El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha pronunciado su primer discurso ante una sesión conjunta del Congreso en su segundo mandato, destacando lo que considera logros históricos en los 43 días desde su regreso al poder. Trump, conocido por su estilo confrontacional, ha proclamado haber logrado más en este breve periodo de tiempo que muchas administraciones en varios años, citando un número sin precedentes de órdenes ejecutivas firmadas desde el 20 de enero. Ha centrado su discurso en el resurgimiento del «orgullo» y la «confianza» estadounidense, enarbolando el «sueño americano imparable». Además, ha puesto énfasis en la reducción de regulaciones, el regreso de trabajadores federales a sus oficinas y el polémico cambio del nombre del Golfo de México a Golfo de América. Entre las medidas más polémicas, ha recordado su orden de establecer el inglés como lengua oficial del país, con la promesa de haber restaurado la libertad de expresión.
La sesión, aunque no cumplía con los requisitos técnicos para un discurso del Estado de la Unión debido al poco tiempo desde su toma de posesión, no estuvo exenta de controversia. Interrupciones y abucheos por parte de miembros del Partido Demócrata reflejaron la polarización política actual. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, se vio obligado a solicitar orden en varias ocasiones, mientras que el congresista demócrata Al Green enfrentó la expulsión tras un altercado verbal con el líder republicano. Un acto de protesta silenciosa pero simbólica fue protagonizado por las legisladoras demócratas, quienes vistieron de color rosa en señal de desaprobación. A pesar de las tensiones, Trump recibió el respaldo de sus aliados, incluido el magnate Elon Musk, quien asistió luciendo un traje formal. En este clima de divisiones y apoyos, el presidente ha prometido más acciones futuras, prometiendo que su administración «apenas está comenzando».
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