Cinco personas perdieron la vida en un trágico accidente minero en la localidad de Zarréu, en Degaña, Asturias, ocurrido el lunes a las 8:45 de la mañana. La explosión, atribuida por las autoridades al gas grisú, también dejó a cuatro trabajadores heridos, uno de ellos con un traumatismo craneoencefálico y dos con quemaduras graves. Los fallecidos, todos vecinos de León con edades entre los 32 y 54 años, fueron finalmente evacuados de la mina al Instituto de Medicina Legal de Oviedo. En respuesta a la tragedia, los gobiernos de Asturias y Castilla y León han declarado dos días de luto oficial. Los heridos permanecen en varios centros hospitalarios, mientras las fuerzas de seguridad continúan investigando las causas exactas del incidente. La mina, ahora parte de un proyecto de investigación para la extracción de minerales alternativos, destaca la peligrosidad que persiste en este tipo de explotaciones.
La respuesta de emergencia movilizó unidades especializadas, incluidos equipos de bomberos y una brigada de salvamento minero, mientras las autoridades expresaban su pesar y compromiso ante los afectados. Tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como otras figuras políticas han manifestado sus condolencias a través de redes sociales, destacando la labor de los servicios de rescate. La mina de Zarréu había sido crucial para la economía local en el pasado, pero el avance tecnológico y nuevas normativas no evitan por completo los riesgos que enfrentan los trabajadores. La comunidad, aún conmocionada, recuerda incidentes similares, como el de 2015 y otros más trágicos en las últimas décadas, evidenciando la naturaleza peligrosa de la minería subterránea.
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