El embarazo, una de las etapas más transformadoras en la vida de una mujer, requiere una nutrición adecuada para el crecimiento del bebé y la salud de la madre. Cada trimestre presenta necesidades nutricionales específicas: en el primero, es crucial el ácido fólico para prevenir defectos congénitos, junto con jengibre y vitamina B6 para aliviar las náuseas. En el segundo trimestre, las proteínas, el calcio y los ácidos grasos omega-3 son esenciales para el desarrollo de órganos y sistemas vitales del feto. En el tercero, la atención se centra en el hierro para prevenir la anemia, la fibra para evitar el estreñimiento y el magnesio para reducir el riesgo de parto prematuro. Una dieta equilibrada y rica en superalimentos puede marcar una gran diferencia en el bienestar de la madre y el bebé, asegurando un embarazo saludable y positivo.
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