El reciente asesinato de Yehia Sinwar, líder de Hamás, no ha facilitado el avance en las conversaciones para un alto el fuego en la Franja de Gaza ni la liberación de los rehenes israelíes capturados por la organización. Según fuentes consultadas, las negociaciones, estancadas desde hace semanas, no han mostrado progresos, a pesar de la mediación internacional encabezada por Qatar y Egipto con el apoyo de Estados Unidos. En lugar de abrir un camino hacia el diálogo, la situación parece haberse endurecido aún más. Representantes israelíes, en comunicación con las familias de los rehenes, han afirmado que el asesinato de Sinwar no modificó las posiciones de Israel, y Hamás se encuentra más centrado en reorganizar su liderazgo que en comprometerse con la negociación.
Por su parte, Israel enfrenta una parálisis similar. Aunque las declaraciones oficiales de Tel Aviv sugieren la necesidad de aprovechar el momento para negociar, aún prevalece la intransigencia sobre temas clave como la naturaleza del alto el fuego y el intercambio de presos. A su vez, la operación militar en la Franja de Gaza se ha intensificado, con un saldo de al menos 500 muertos durante los recientes bombardeos en el campo de refugiados de Yabalia. A pesar de los repetidos llamamientos internacionales a reanudar las conversaciones, la realidad en el terreno muestra una escalada militar y una crisis humanitaria de gran magnitud, señalada por la ONU debido a las restricciones en el acceso de ayuda humanitaria a las zonas afectadas.
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