Un simulacro de incendio en una iglesia del siglo XVII ubicada en la Comunidad de Madrid ha puesto a prueba un protocolo pionero en España para la salvaguarda de bienes culturales. La actividad comenzó con una llamada al 112 alertando sobre el ficticio siniestro. Los bomberos del Cuerpo regional respondieron rápidamente, ejecutando labores de extinción y llevando a cabo el rescate de valiosas piezas artísticas mediante el uso de fichas de salvaguarda, documentos clave en el proceso.
Este innovador protocolo, aún en fase de implementación en 102 edificios de la región, ha sido desarrollado por la Subdirección General de Patrimonio Histórico en colaboración con servicios de emergencia y cuerpos de seguridad. Las fichas incluyen información detallada sobre la retirada y manipulación de obras de arte, además de datos sobre las características de construcción del edificio y medidas de seguridad, como detectores de humo y extintores.
Durante el simulacro, los bomberos consiguieron extraer los objetos culturales susceptibles de ser retirados con seguridad, mientras que otros fueron protegidos del fuego en el lugar, conforme a las directrices de las fichas. Estos bienes fueron trasladados a un área segura, donde técnicos de cultura, voluntarios de Protección Civil y el Equipo de Respuesta Logística Inmediata de Voluntarios de Protección Civil ante Emergencias (ERIVE) se encargaron de su embalaje y custodia. La vigilancia estuvo a cargo de agentes de la Guardia Civil.
El SUMMA112 atendió a los heridos simulados y la Policía Local gestionó el control del tráfico y accesos en las inmediaciones, asegurando un marco organizado para el desarrollo del simulacro.
Este esfuerzo en conservación patrimonial forma parte de una serie de simulacros en la región, precedidos por ejercicios similares en la Catedral de La Magdalena de Getafe en 2022 y la Catedral Magistral de Alcalá de Henares en 2023, entre otros. El proyecto se lanzó a finales de 2019, motivado por incidentes trágicos en el ámbito cultural, como el incendio de la Catedral de Notre Dame en París, y busca prevenir daños mayores en situaciones de emergencia.
Este cuarto simulacro resalta el compromiso de la Comunidad de Madrid con la protección del patrimonio histórico, estableciendo un referente para otras regiones de España en la gestión y salvaguarda de bienes culturales frente a incidentes imprevistos.
