En la era digital, el número de teléfono se ha convertido en una herramienta clave para acceder a una amplia gama de servicios en línea, desde redes sociales hasta cuentas bancarias. Sin embargo, esta dependencia también ha expuesto una vulnerabilidad significativa: el SIM Swapping, una amenaza cibernética que persiste desde hace varios años y sigue siendo una táctica lucrativa para los delincuentes en 2025.
El SIM Swapping, o duplicado fraudulento de la tarjeta SIM, ha explotado la creciente exposición de datos personales en internet y los procedimientos de verificación débiles de algunas operadoras. A pesar de los avances en ciberseguridad, este tipo de ataque, identificado masivamente en 2019, continúa causando estragos. La técnica no requiere tecnologías avanzadas, ya que se basa principalmente en la ingeniería social y en la explotación de brechas operativas.
El ataque comienza con la recopilación de datos de la víctima mediante redes sociales, filtraciones, phishing o la darknet. Con esta información, el delincuente se hace pasar por el usuario ante la operadora para solicitar un duplicado de SIM. Una vez activado el duplicado, el atacante desactiva la SIM original y obtiene acceso a las comunicaciones de la víctima, incluyendo los códigos de verificación de dos factores (2FA) necesarios para acceder a cuentas y realizar transacciones.
Aún en 2025, el control del número de teléfono sigue siendo una puerta de entrada crítica a operaciones de alto valor, especialmente porque muchos servicios financieros continúan utilizando textos SMS para verificación. El tiempo que la víctima tarda en detectar la falta de señal puede proporcionar al atacante una ventana suficiente para causar daños significativos.
Para detectar este tipo de fraude, la pérdida inesperada de cobertura móvil es el principal indicativo. El problema radica en que este puede ocurrir en horarios en que la víctima no está atenta al teléfono, como durante la noche. La rápida respuesta es vital para mitigar el impacto.
Protegerse contra el SIM Swapping implica una serie de prácticas recomendadas tanto para individuos como para organizaciones. A nivel personal, se sugiere limitar la exposición de datos en redes sociales, utilizar métodos de verificación más seguros que los SMS, y evitar redes Wi-Fi públicas para operaciones sensibles. Las empresas, por otro lado, deben implementar autenticación multifactor segura, monitorizar dispositivos y definir protocolos de respuesta rápida.
El sector de telecomunicaciones ha empezado a implementar medidas antifraude, como Open Gateway, que permite verificar en tiempo real si una SIM ha sido cambiada. Aunque los SMS aún son comunes como método de 2FA, la tendencia está cambiando hacia alternativas más seguras.
Si alguien sospecha haber sido víctima de SIM Swapping, debe actuar de inmediato contactando a su operadora para bloquear la SIM fraudulenta, avisar al banco, documentar movimientos sospechosos y cambiar contraseñas.
Las preguntas frecuentes sobre el SIM Swapping destacan que este tipo de ataque es selectivo, que las aplicaciones de autenticación ofrecen una protección adicional y que las operadoras juegan un papel crucial en su prevención. Además, el acceso no se limita a la banca online, también afecta otros servicios críticos como redes sociales y correo electrónico.
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