El rey Carlos III de Inglaterra es conocido por sus relaciones con dos mujeres emblemáticas: Lady Di y Camila Parker, pero su vida amorosa también incluye un romance con Sarah McCorquodale, hermana de Diana de Gales. Sarah, hija del VIII conde de Spencer, mantuvo un breve idilio con Carlos en su juventud, con la bendición de la Reina Madre. Este episodio romántico formó parte de los intentos de la familia Spencer por vincularse con la realeza británica, aunque Sarah nunca estuvo realmente enamorada del príncipe.
La relación con Carlos terminó, dejando el camino libre para Diana, quien contrajo matrimonio con el príncipe en 1981. Mientras tanto, Sarah encontró estabilidad junto a Neil McCorquodale, estableciéndose en Lincolnshire. Alejada del ojo público, lleva una vida tranquila a sus 70 años, compartiendo su hogar con su esposo e hijos, Emily, George y Celia. Esta vida discreta contrasta con los intensos momentos históricos que rodearon a sus familiares cercanos y su breve pero notable vínculo con la realeza.
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