La tradicional receta griega de Kleftiko, que data de la época de los corsarios, destaca por su metodología original de cocción en vasijas de barro enterradas sobre carbones, utilizada por rebeldes chipriotas del siglo XIX para ocultar el olor de cordero cocido. Requiere marinar las costillas de cordero por al menos 4 horas, sazonar con ajo, chalotes, orégano, menta, ralladura y zumo de limón, vino blanco, sal y pimienta. Posteriormente, se cocina en el horno a 140ºC durante dos horas. Este plato, valorado también por sus beneficios nutricionales debido a su contenido de vitaminas del complejo B y proteínas, se sirve típicamente con salsa ligera y patatas horneadas.
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