La aerolínea Ryanair ha registrado un notable beneficio neto de 820 millones de euros en el primer trimestre de su año fiscal, lo que representa un incremento del 127,7 % en comparación al mismo periodo del año anterior. La compañía irlandesa también reportó una facturación total de 4.340 millones de euros, un 20 % más que en el 2022, y un aumento del 15 % en los ingresos por pasajero. Durante este trimestre, Ryanair transportó a 57,9 millones de clientes, con un incremento del 4 %, mientras que el precio medio de sus tarifas subió un 21 %, situándose en 51 euros. La compañía ha atribuido parte de este crecimiento a la coincidencia de la Semana Santa en abril, lo que impulsó sus ingresos auxiliares en un 5 %.
Sin embargo, la aerolínea enfrenta retos operativos, pues sus costes han aumentado un 5 % hasta alcanzar los 3.420 millones de euros. A pesar de los retrasos en la entrega de aviones de Boeing, Ryanair planea operar 2.600 rutas durante el verano, incluidas 160 de nueva apertura. Para el resto del año fiscal, se prevé un crecimiento del tráfico de pasajeros limitado al 3 %, alcanzando los 206 millones anuales. El CEO Michael O’Leary añadió que el futuro sigue siendo incierto, con riesgos relacionados con crisis macroeconómicas, conflictos internacionales y problemas operativos que podrían afectar sus resultados.
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