El sector del automóvil en Europa se encuentra en una etapa de incertidumbre y transición hacia la movilidad eléctrica, enfrentando desafíos debido a las regulaciones divergentes entre países y rigurosas normas de emisiones de la Unión Europea. Aunque Europa impulsa la adopción de vehículos eléctricos, el ritmo de conversión es aún lento, evidenciado en mercados como el español, donde los vehículos diésel todavía dominan más del 50% del mercado de coches de segunda mano. Sin embargo, la reducción en las ofertas de modelos diésel por parte de los fabricantes, en respuesta a las normativas ambientales, ha complicado la dinámica del sector.
Mercedes-Benz se destaca en este escenario al diversificar su oferta de vehículos, manteniendo una gama variada que incluye vehículos de gasolina, híbridos enchufables, mild-hybrid y una línea de eléctricos puros, EQ. Un ejemplo ilustrativo es el GLC 220 d 4Matic Coupé, un SUV con etiqueta Eco que combina un motor diésel con un sistema de microhibridación. Este modelo ofrece consumos ajustados, con una media de 5,1 l/100 km, prestaciones competentes con 197 CV de potencia y un diseño interior de alta calidad. Aunque su precio inicial es elevado, a partir de 64.621 euros, posiciona a este vehículo como una opción atractiva para aquellos que buscan un equilibrio entre eficiencia, versatilidad y tecnología de vanguardia.
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