El sábado pasado, Quibdó, capital del Chocó en Colombia, inauguró la primera casa de partería en uno de los departamentos más pobres del país, con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Ministerio de Igualdad. Esta iniciativa es crucial en una región con la mayor tasa de mortalidad materna del país, causada principalmente por complicaciones tratables. Las parteras, conocidas localmente como alumbradoras, desempeñan su labor en condiciones precarias, atendiendo a parturientas en sus propias camas o en camillas improvisadas. La Casa de Partería ofrecerá un lugar seguro y digno para el ejercicio de su labor, brindando talleres de lactancia, formación para parteras jóvenes y la venta de bebidas artesanales. Este proyecto busca preservar y fortalecer la medicina ancestral en una región predominantemente afro e indígena.
La construcción de la Casa de Partería es un esfuerzo conjunto que incluye aportes iniciales de la OIT y apoyo de la Secretaría de Salud de Quibdó y el Fondo Mujer. Estos aportes son esenciales para dotar el consultorio con equipamiento básico, considerando que el costo de un kit médico completo alcanza los 3.000 dólares, mientras que las parteras usualmente cobran tarifas módicas. Sirley Maturana, líder de Asoredipar, destaca la importancia del proyecto no solo como espacio seguro, sino también como un puente entre la medicina ancestral y el sistema de salud occidental. La meta es continuar expandiendo la infraestructura y visionar futuros espacios como una “farmazotea” para cultivar hierbas medicinales, contribuyendo al ejercicio de las más de 200 parteras de Quibdó.
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