El pasado lunes, un apagón sin precedentes dejó a España en la penumbra, comenzando alrededor de las 12:30 de la madrugada. La recuperación del suministro eléctrico avanzó lentamente, y no fue hasta la mañana siguiente que se anunció la restauración del 99,95% de la demanda energética de la península.
Inicialmente, el restablecimiento del servicio comenzó en el norte y sur, pero muchos hogares pasaron la noche sin luz. Esta situación llevó a muchos a preguntarse por qué en ciertas áreas se recuperó el servicio antes que en otras.
Itziar Zubia Olaskoaga, profesora en la Escuela de Ingeniería de Gipuzkoa-Donostia, explicó que no todas las centrales eléctricas pueden reactivarse rápidamente. Las plantas hidráulicas y de gas son más adecuadas, pero requieren una red de apoyo para arrancar. Así, se utilizó la conexión eléctrica con Francia y Marruecos, comenzando la recuperación desde las fronteras hacia el interior del país.
La velocidad del retorno de la electricidad fue un tema candente. En algunas regiones, la luz tardó varias horas en volver, proceso que debe realizarse de manera gradual para equilibrar la generación y el consumo, evitando así una nueva caída del sistema.
Se observaron diferencias significativas en la restauración del servicio incluso entre viviendas cercanas. Esto se debe a los centros de transformación que administran la conexión de las casas a la red. Si un vecino recuperó la electricidad antes que otro, probablemente se deba a que no comparten el mismo centro.
La priorización de ciertos centros, en función del número de consumidores o la proximidad a las centrales, también impactó en el proceso de recuperación. En ausencia de la interconexión con redes extranjeras, la situación podría haber sido más grave. Las protecciones fronterizas desconectaron a España del sistema europeo para evitar que el problema se extendiera a Francia y otros países, dejando al país en una situación muy vulnerable, lo que subraya la vital importancia de estas interconexiones en situaciones de emergencia.