Un grupo de jóvenes halló un pez guitarra en un contenedor de basura en la playa de Valdelagrana, en El Puerto de Santa María, Cádiz. Este animal, que fue confundido con una manta, es una de las especies más amenazadas de Europa, clasificada como «en peligro crítico de extinción» en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Su aparición en un entorno tan inapropiado ha suscitado críticas entre expertos en conservación marina, quienes denuncian una «falta de conocimiento y sensibilidad medioambiental». El Proyecto Glaucostegus, una iniciativa impulsada por varias organizaciones, se ha convertido en el primer estudio europeo enfocado en el seguimiento del pez guitarra en libertad, registrando más de 80 avistamientos desde 2018.
El pez guitarra, que es inofensivo, enfrenta serias amenazas debido a la sobrepesca y al desconocimiento que ha existido a lo largo de los años. Su carne es consumida, pero el verdadero interés del mercado radica en sus aletas. A pesar de que Cádiz y Huelva son considerados sus últimos refugios naturales en Europa, donde pueden encontrar los recursos necesarios para sobrevivir, los especialistas advierten que la situación es crítica y que la supervivencia de la especie no está garantizada sin una protección efectiva. Actualmente, se está evaluando la posibilidad de su cría en cautividad, aunque la prioridad es evitar su extinción en el medio natural.
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