La mirada del Gobierno de Gustavo Petro se centra en una disputa territorial con Perú en la isla de Santa Rosa. Esta controversia surgió tras una ley peruana que proclamó un distrito en la isla, lo que Colombia refuta. Petro, desde Leticia, aprovechó la conmemoración de la Batalla de Boyacá para destacar la soberanía nacional. Sin embargo, las respuestas políticas han sido escasas, con solo el precandidato izquierdista Daniel Quintero apoyando públicamente la postura del presidente y dispuesto a considerar medidas drásticas. Preocupa que Leticia pueda perder conexión con el Amazonas si se define que la isla es peruana, dejando al territorio colombiano aislado del crucial río.
Mientras tanto, sectores políticos de derecha y centro han permanecido en silencio, distraídos por otras polémicas, como el caso judicial del expresidente Álvaro Uribe, que ha capturado su atención. Los tratados fronterizos establecen una comisión bilateral para abordar cambios territoriales, y Petro ha anunciado una reunión en Lima para iniciar el diálogo, aunque las relaciones con la presidenta peruana, Dina Boluarte, son tensas. Esta situación plantea una oportunidad para restablecer vínculos diplomáticos. Juan Fernando Cristo se une a Petro en la defensa de la soberanía y pide soluciones diplomáticas, instando a revivir la comisión de límites para resolver el conflicto de manera conjunta.
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