Un tribunal de Pamplona ha sentenciado a un padre a dos meses y 28 días de prisión, junto con una multa de 1.056 euros, por interferir en el tratamiento médico de su hijo de 17 años, quien falleció debido a un osteosarcoma. El tribunal determinó que el progenitor se opuso y retrasó el tratamiento de quimioterapia prescrito por los médicos, lo que llevó a que la enfermedad se agravara, obligando a la amputación de la pierna del joven en 2020. La jueza aseguró que la conducta del padre, quien alegó haber proporcionado tratamientos alternativos sin pruebas, no tenía justificación legal ni médica, y destacó que la actitud obstructiva del condenado afectó directamente las posibilidades de supervivencia del menor.
El caso se centra en un diagnóstico realizado en 2019, cuando los médicos propusieron un plan de tratamiento escalonado. Ante la negativa paterna, el servicio de Oncología informó a la Fiscalía de Menores, que logró la autorización judicial para proceder con el tratamiento. A pesar de las órdenes judiciales, las acciones del padre continuaron bloqueando el proceso médico urgente. La jueza resaltó que, aunque legalmente no se puede determinar si el tratamiento temprano habría cambiado el desenlace, el comportamiento del condenado claramente deterioró las perspectivas de vida del menor. En su decisión, la magistrada consideró el comportamiento responsable del padre en otros aspectos, pero subrayó su incumplimiento de deberes legales y la influencia negativa sobre su hijo.
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