La compañía ha decidido revertir su postura tras intensas discusiones con líderes cívicos y en respuesta a las conversaciones sostenidas con las oficinas de los fiscales generales de California y Delaware. Esta decisión refleja un cambio significativo en la estrategia de la empresa, evidenciando la influencia de las preocupaciones políticas y sociales en sus operaciones. En un comunicado, la compañía destacó su compromiso con el diálogo constructivo y su disposición a reconsiderar sus acciones para alinearse con los intereses de las comunidades afectadas por sus decisiones.
Este giro se produjo en un contexto donde la presión de líderes locales y reguladores estatales ha cobrado relevancia, motivada por la necesidad de responsabilidades corporativas más amplias y transparentes. Las oficinas de los fiscales generales de ambos estados jugaron un papel fundamental al impulsar un acercamiento que finalmente llevó a la compañía a optar por una estrategia más inclusiva y colaborativa. Al rescindir su postura anterior, la compañía busca fortalecer su relación con las comunidades locales y los organismos gubernamentales, subrayando la importancia de escuchar y adaptarse a las preocupaciones regionales.
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