En un hecho sin precedentes, la icónica Puerta del Sol de Madrid se prepara para recibir su primera instalación de sombras tras 163 años de historia. La delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, junto al concejal de Centro, Carlos Segura, supervisó la fase final de la colocación de toldos que ofrecerán refugio a los visitantes durante los meses más calurosos.
El proyecto, que ha seguido de cerca las recomendaciones de la Comisión Local de Patrimonio Histórico, avanza con la colocación de telas sobre una estructura auxiliar no permanente, compuesta por mástiles de acero inoxidable anclados en los bancos de granito. Esta solución innovadora, diseñada para no interferir con las infraestructuras subterráneas de la zona, se adoptó tras la remodelación reciente de la plaza, que en su diseño original no contemplaba la inclusión de elementos de sombra.
Inicialmente, se consideró la plantación de árboles en ciertos puntos de la plaza. Sin embargo, la propuesta fue rechazada debido a que no cumplía con criterios urbanísticos y patrimoniales aprobados por la Comisión Local de Patrimonio Histórico. Esta opción surgió al detectarse una zona sin losa de hormigón bajo el pavimento, en un área caracterizada por una trama subterránea densa que incluye la mayor estación de metro de Madrid y líneas de Cercanías.
El desarrollo de estos toldos requirió un proceso complejo de cálculos ingenieriles para asegurar su resistencia al viento, sin afectar el estatuto de Bien de Interés Cultural del entorno. Los estudios señalaron la necesidad de cimentaciones imposibles bajo los bancos, dado el entramado subterráneo existente, lo que llevó a modificar los mismos bancos y añadir placas de acero que permitan estabilizar los mástiles.
La inversión total para la instalación alcanza los 1,5 millones de euros, dividida entre el suministro y montaje de los toldos y las obras civiles necesarias, a cargo de la Dirección General del Espacio Público, Obras e Infraestructuras, responsable también de la reciente remodelación de la plaza.
Con este proyecto, la Puerta del Sol no solo ofrece un nuevo nivel de comodidad a transeúntes y turistas, sino que también inaugura un capítulo en el que se conjugan innovación y respeto al patrimonio histórico, marcando un precedente en la gestión de espacios urbanos históricos en la capital española.
