El café está trascendiendo su imagen tradicional para convertirse en un producto sofisticado y de alta calidad, un fenómeno comparable al del vino. Este cambio es impulsado por la profesionalización del sector del café, que ahora valora tanto el origen del grano como las técnicas de preparación. En Madrid, las cafeterías de especialidad han proliferado y se han convertido en destinos para los apasionados del café y del arte, transformando la capital española en un referente del café de calidad. Estos establecimientos, más que simples lugares para tomar café, ofrecen experiencias sensoriales únicas, en las que se celebra la bebida como una forma de arte culinario. José Antonio Aparicio, presidente de Hostelería de Madrid, destaca el papel pionero de los hosteleros de la región, quienes están fomentando activamente esta nueva cultura cafetera en la ciudad.
La iniciativa «Madrid Barista» se está consolidando como un motor para difundir y educar sobre la cultura del café de especialidad en la Comunidad de Madrid. Esta plataforma busca no solo posicionar a las cafeterías locales como puntos de referencia para los amantes del café, sino también como polos de atracción turística. Además, se enfoca en popularizar la figura del barista, crucial para extraer la mejor calidad de cada grano. A través de formaciones y guías didácticas, Madrid Barista trabaja para enriquecer la experiencia gastronómica en los locales de hostelería y dar a los consumidores una comprensión más profunda del proceso de cultivo y preparación del café. Con estos esfuerzos, Madrid se propone no solo ser un epicentro del buen café, sino también un punto clave en el mapa de los entusiastas del café a nivel mundial.
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