El equipo legal del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha solicitado un nuevo aplazamiento para su testimonio en el juicio por corrupción que lo involucra desde hace cuatro años, amparándose en «incidentes de seguridad» relacionados con las recientes tensiones en la Franja de Gaza y Líbano. El tribunal de Jerusalén, que inicialmente había programado la audiencia para el 2 de diciembre de 2023, recibió una petición alegando que los eventos bélicos impidieron la adecuada preparación del testimonio debido a prioridades urgentes de seguridad, diplomáticas y la falta de un refugio antibombas en la corte. Netanyahu, acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza desde 2019, ha visto su caso postergado en varias ocasiones, enfrentándose también a otras polémicas internas, como la acusación de extorsión contra su jefe de gabinete y filtraciones de documentos militares.
El entorno del mandatario está bajo fuerte presión mediática y judicial, ya que su jefe de gabinete, Tzachi Braverman, fue acusado de extorsionar a un oficial de su secretaría militar para alterar actas oficiales previo al ataque del 7 de octubre de 2023. Este escándalo se suma al conocido caso «BibiLeaks», sobre la filtración de documentos de inteligencia manipulados, supuestamente orquestados desde la oficina de Netanyahu para influir en la opinión pública. La Fiscalía General de Israel ha autorizado investigar directamente al primer ministro por estas filtraciones, generando reacciones desde su entorno que lo describen como una «caza de brujas». Además, la detención de su portavoz y la acusación a varios soldados amplifican la tensión dentro de la administración, todo en medio de una agitada situación política y de seguridad nacional.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.