El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció que el gabinete de seguridad de Israel ha aprobado un acuerdo de alto el fuego con Hizbulá en el sur del Líbano, poniendo fin a casi dos meses de invasión terrestre mediada por Estados Unidos. Este acuerdo, que aún debe ser ratificado por el gobierno completo de Netanyahu donde enfrenta resistencia del sector ultraderechista, contempla la retirada de los militantes de Hizbulá al norte del río Litani y su reemplazo por tropas del ejército libanés, marcando un periodo de tregua de 60 días. El jefe del gobierno israelí justificó el alto el fuego como una estrategia para redirigir la atención hacia la amenaza iraní, dar descanso y tiempo de movilización al ejército y «aislar a Hamás» en la Franja de Gaza, donde el conflicto continúa.
Netanyahu destacó que la operación en el sur del Líbano ha «hecho retroceder décadas» a Hizbulá, asegurando que la mayoría de sus líderes han sido eliminados y su infraestructura destruida. Este acuerdo, presentado por el mediador estadounidense Amos Hochstein durante una visita regional, también busca asegurar el retorno de las familias israelíes del norte, afectadas por el conflicto. Desde el inicio de las hostilidades, se estima que más de 3,500 libaneses han perdido la vida y alrededor de 1.2 millones han sido desplazados. A pesar del acuerdo, Netanyahu advirtió que Israel responderá si Hizbulá incumple el cese de hostilidades, mientras el Líbano prepara el despliegue de sus fuerzas armadas con el apoyo de la misión de la ONU.
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