En los últimos días, el debate sobre la legalidad y multas asociadas a la dispersión de cenizas en lugares públicos ha tomado protagonismo en España. Este tema ha cobrado relevancia tras la muerte de Mayra Gómez Kemp, figura icónica de la televisión española, quien expresó su deseo de que sus cenizas fueran esparcidas junto a las de su esposo en Madrid. Sin embargo, esta práctica, aunque tradicional y cargada de significado personal y cultural, puede enfrentar sanciones significativas que podrían alcanzar hasta los 60.000 euros. La multa máxima se aplica en situaciones donde la dispersión de cenizas represente un riesgo para la salud pública o viole normativas ambientales.
El acto de esparcir cenizas no es ilegal en España, pero sí requiere cumplir con una serie de normativas específicas que varían según la comunidad autónoma. Es imprescindible obtener la autorización del ayuntamiento competente y garantizar que la praxis cumple con la normativa medioambiental, evitando espacios protegidos o públicos como parques y vías urbanas. En el caso de ecosistemas naturales, como montañas o bosques, también se debe consultar la legislación local para asegurar la legalidad de la acción. Para aquellos que deseen esparcir restos en el mar, es necesario contar con el permiso de la Dirección General de la Marina Mercante. En todos los casos, el uso de recipientes biodegradables es una condición crucial para prevenir infracciones y multas severas.
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