El área del Laboratorio ha mejorado significativamente con la incorporación de un sistema robótico para la circulación de muestras, eliminando así la necesidad de manipulación manual. Estas muestras ahora son enviadas desde la sala de extracciones a través de una cadena automotriz y transportadas en un vehículo especial por vías que incluyen dobles raíles, cruces, cambios de sentido y rotondas, garantizando una logística eficiente y segura.
Este avanzado sistema incluye un circuito de radiofrecuencia que identifica automáticamente los productos, lo cual permite priorizar de forma efectiva los materiales a analizar. Esto agiliza notablemente el procesamiento de muestras urgentes y de pacientes oncológicos. Además, el sistema dispone de una nevera robotizada que archiva los componentes orgánicos durante una semana, facilitando la realización de pruebas complementarias o comprobaciones adicionales si fuera necesario.
Otra mejora destacable es la implementación de un nuevo procedimiento para la programación de las técnicas y los controles de calidad, asegurando que los analizadores estén listos a primera hora de cada día. Esta optimización es particularmente beneficiosa para los usuarios hospitalizados, quienes reciben atención más rápida y eficiente. Asimismo, se han incorporado algoritmos que adecuan la demanda de pruebas en función de datos demográficos, diagnósticos y resultados anteriores. Consecuentemente, el 90% de las pruebas de bioquímica urgente o del hospital de día oncohematológico se procesan en menos de una hora.
En la Farmacia Hospitalaria del Severo Ochoa, la robotización ha redundado en una mayor precisión en el reparto de medicamentos para los botiquines de los pacientes ingresados, proporcionando un servicio más ágil y seguro. Los dispositivos integrados permiten un seguimiento detallado de cada tratamiento, ya que transportan los compuestos al punto de dispensación en la sala de espera, donde son entregados al paciente bajo supervisión de un especialista.
Esta modernización no solo se ha limitado al hospital Severo Ochoa. Otros centros públicos de la región, como Gregorio Marañón, Ramón y Cajal, La Paz, 12 de Octubre, Clínico San Carlos, La Princesa, Niño Jesús, Cruz Roja, Infanta Leonor, El Escorial, Puerta de Hierro Majadahonda, Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares), Getafe, Alcorcón, Fuenlabrada, Móstoles, José Germain (Leganés), Infanta Cristina (Parla), Infanta Sofía (San Sebastián de los Reyes), Henares (Coslada), Tajo (Aranjuez), Sureste (Arganda del Rey), La Fuenfría (Cercedilla), Guadarrama, y Virgen de la Poveda (Villa del Prado), han implementado estas tecnologías.
Este ambicioso proyecto ha sido liderado por la Subdirección General de Farmacia y Productos Sanitarios de la Consejería de Sanidad en colaboración con farmacéuticos hospitalarios. Se desarrolló entre 2021 y 2023 con una financiación de 16 millones de euros procedentes del Programa de desarrollo de medidas para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, con fondos del convenio de Farmaindustria.