En medio de expectación por las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, la imagen de Selena Gómez depositando su voto anticipado en una urna callejera ha centrado la atención en el sistema electoral del país. A pesar de que la elección presidencial, donde se enfrentarán Kamala Harris y Donald Trump, está programada para el 5 de noviembre, muchos estados permiten el voto anticipado. Este sistema busca facilitar la participación de los ciudadanos que tal vez no puedan presentarse el día de las elecciones debido a complicaciones de horario o para evitar largas filas. Sin embargo, el acceso al voto anticipado varía de un estado a otro; algunos solo permiten el voto por correo con una excusa válida. Desde el 11 de septiembre, Alabama ha sido uno de los primeros en abrir esta posibilidad, mientras que en estados como Texas y Carolina del Sur se requieren justificaciones específicas para votar antes del día oficial.
Las urnas conocidas como «drop boxes» han sido una solución clave para agilizar el proceso de votar por correo, especialmente popularizadas durante la pandemia de 2020. Aunque representan una alternativa conveniente y segura, han surgido incidentes preocupantes como las quemas de urnas en Washington y Oregón, reflejando la polarización y los desafíos de seguridad en el sistema electoral. Cada estado implementa medidas específicas para proteger estas urnas, incluyendo cámaras de seguridad y estructuras resistentes. No obstante, la distribución desigual de las urnas en áreas urbanas frente a rurales ha generado controversias, lo que plantea cuestionamientos sobre la equidad y accesibilidad del sistema electoral, sugiriendo que podría beneficiar a ciertos grupos de votantes sobre otros.
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