Meta, la colosal empresa matriz detrás de Facebook, Instagram y WhatsApp, se embarca en un innovador proyecto que busca transformar la infraestructura de datos a nivel mundial: la construcción de un cable submarino de fibra óptica sin precedentes. Según fuentes próximas a la compañía, el colosal proyecto implica una inversión que superaría los 10.000 millones de dólares, con el objetivo de robustecer el soporte para el creciente tráfico que generan sus plataformas, alimentadas también por su ambición en el ámbito de la inteligencia artificial.
Este cable, que se extenderá a lo largo de más de 40.000 kilómetros, representa un hito estratégico para Meta, convirtiéndose en el primer proyecto de cable submarino completamente en propiedad de la empresa. Con este movimiento, Meta busca consolidar su dominio sobre la infraestructura esencial para gestionar el masivo tráfico de datos, que actualmente comprende un notable porcentaje del tráfico global, tanto en conexiones fijas como móviles.
Aunque el proyecto todavía se encuentra en una etapa incipiente y carece de despliegue físico hasta el momento, se espera que Meta brinde información más detallada a inicios de 2025. En estos detalles se incluirá la ruta planificada para el cable, su capacidad y sus objetivos estratégicos. Según las fuentes, el trazado anticipado del cable asumirá una figura en forma de “W”, forjando un trayecto que conectará la costa este de los Estados Unidos con India, realizando una escala en Sudáfrica, y regresando desde India a la costa oeste de los Estados Unidos, pasando por Australia.
El reto que representa la construcción de este cable es monumental, tanto en lo técnico como en lo geopolítico. Solo unas cuantas empresas en el mundo, como SubCom, tienen la capacidad para ejecutar proyectos de tal magnitud, compitiendo con clientes de la envergadura de Google. Esto podría traducirse en un proceso de construcción segmentado que se extendería por varios años, según el analista Ranulf Scarborough.
Asimismo, la planificación del trayecto evitará zonas de alta tensión geopolítica, como el Mar Rojo o el Mar de China Meridional, regiones conflictivas donde los cables submarinos han sido objeto de incidentes en el pasado reciente. Este planteamiento subraya la imperante necesidad de asegurar la seguridad y fortaleza de las infraestructuras críticas en un contexto de riesgos globales.
Desde un punto de vista estratégico, el control completo de este cable brindaría a Meta ventajas significativas. No solo permitiría una priorización en la capacidad de tráfico para sus propios servicios, mejorando su rendimiento y reduciendo su dependencia de operadores convencionales, sino que también potenciaría su presencia en mercados estratégicos como el de India. Este país no solo lidera su número de usuarios de las plataformas de Meta, sino también representa una oportunidad para potenciar capacidades de centros de datos y entrenamiento de modelos de inteligencia artificial, debido a su bajo costo computacional y el crecimiento en inversiones tecnológicas.
Este ambicioso proyecto de Meta se enmarca dentro de una tendencia en la que las gigantes tecnológicas como Google, Amazon y Microsoft están tomando un rol protagónico en el desarrollo y gestión de cables submarinos. De acuerdo con Telegeography, Meta ya posee participación en 16 redes submarinas, incluida 2Africa, pero este nuevo cable, siendo de su completa propiedad, consolidará su influencia como un actor fundamental en la infraestructura global de datos.
Sin una declaración oficial por parte de Meta sobre este nuevo desarrollo, el proyecto se perfila como una maniobra estratégica clave que aseguraría la sostenibilidad de sus operaciones globales y daría respuesta a las demandas de conectividad que son cada vez más apremiantes en un mundo digital en constante evolución.