El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, del Partido Popular, mantuvo su agenda institucional el día en que la Dana asoló la región el 29 de octubre de 2024, dejando 229 muertos. A pesar de tener conocimiento de la gravedad desde primeras horas del día, durante el pleno del Consell, se informó sobre la alerta roja decretada por la Aemet a las 7:36 de la mañana. Sin embargo, no se envió ninguna alerta masiva a los ciudadanos hasta las 20:11, cuando ya había ocurrido la mayoría de las tragedias. La Generalitat niega la existencia de un informe encargado a la entonces consejera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, sobre la situación, aunque Pradas se refirió a este documento durante su declaración como investigada.
Mazón continuó con su agenda programada, incluyendo actos institucionales hasta una larga comida con la periodista Maribel Vilaplana. Durante este tiempo, la situación del temporal se agravó y la falta de acción rápida del gobierno ha sido cuestionada. Las críticas se intensifican debido a que la notificación de alerta llegó después de la tragedia mayor y sin instrucciones claras sobre la seguridad en plantas superiores, un paso que podría haber salvado vidas. La jueza de Catarroja ha desestimado la teoría del «apagón informativo» defendida por Mazón y su equipo, remarcando que la tardanza en la reacción no se debió a falta de información por parte de entidades estatales.
Leer noticia completa en El Pais.


