El Gobierno de Marruecos ha aprobado un significativo aumento del gasto en sanidad y educación en respuesta a las protestas de la generación Z, que han sacudido el país durante semanas. Este incremento presupuestario de 140,000 millones de dirhams, un 16% más que el año anterior, busca atender las demandas del movimiento juvenil que exige mejoras en hospitales y centros escolares. La decisión, respaldada por el rey Mohamed VI en un reciente Consejo de Ministros, también incluye la creación de 27,000 nuevos empleos en ambos sectores y representa un esfuerzo por calmar las tensiones sociales. A pesar de las promesas gubernamentales, las movilizaciones pacíficas continúan, aunque de forma reducida, en ciudades como Rabat, Casablanca y Tánger, con más de 400 manifestantes detenidos hasta la fecha.
Además de los aumentos en el gasto social, el Gobierno introduce medidas anticorrupción y busca fomentar la participación política de los jóvenes, respondiendo a su exigencia de transparencia en las campañas electorales. El movimiento GenZ 212, principal actor de las protestas, sigue presionando para la destitución del primer ministro Aziz Ajanuch. A nivel local, se instruyó a las administraciones para priorizar el gasto en servicios esenciales con proyectos de impacto tangible en empleo, sanidad y educación. Este contexto de descontento es reflejo de profundas desigualdades sociales y económicas en el país, donde la necesidad de modernizar la infraestructura sanitaria y educativa es urgente, especialmente tras trágicos incidentes hospitalarios que sirvieron de catalizador para las protestas actuales.
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