El Palacio de Villena, ubicado en Cadalso de los Vidrios, tiene su origen en un castillo-fortaleza mandado construir por don Juan Fernández Pacheco, marqués de Villena. Este histórico edificio, que inicialmente se erigió en estilo románico, ha sido objeto de varias reformas a lo largo de los años, adquiriendo finalmente un carácter renacentista. La transformación del palacio no solo se limita a su estructura, sino que también se extiende a sus alrededores, donde se añadió un elegante jardín y un gran estanque de piedra en el siglo XVI.
Hoy en día, el Palacio de Villena no solo representa un importante legado histórico y arquitectónico, sino que también se erige como un símbolo de la riqueza cultural de la región. Su evolución arquitectónica refleja el paso del tiempo y las distintas influencias que han dejado huella en este emblemático lugar. La mezcla de estilos y elementos paisajísticos convierte al palacio en un atractivo tanto para turistas como para amantes de la historia.
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