La recaudación fiscal en España ha experimentado un notable incremento desde la llegada al poder de Pedro Sánchez en 2018, evidenciado en datos recientes divulgados por la Agencia Tributaria. El aumento más significativo se registró en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que ascendió un 45,16% hasta alcanzar los 120.280 millones de euros. Este incremento en la recaudación del IRPF ha superado ampliamente el crecimiento del Producto Interior Bruto, que fue del 21,43% en el mismo período. La presión fiscal general ha escalado en 1,6 puntos porcentuales, situándose en el 36,8%, reflejando una estrategia gubernamental de incremento impositivo más acelerada que el crecimiento económico.
Paralelamente, la recaudación del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) creció un 19,4%, acumulando 83.909 millones de euros, lo que afecta indiscriminadamente a toda la población por estar basado en el consumo. Las empresas también experimentaron un aumento en la carga fiscal, con un incremento del 41,15% en el Impuesto de Sociedades, alcanzando los 35.060 millones de euros. A pesar del crecimiento fiscal, el Consejo General de Economistas ha advertido que la negativa del Gobierno a ajustar el IRPF según la inflación ha incrementado los costos para los contribuyentes, con un impacto que varía según el nivel de renta. Además, la creación de nuevos impuestos, como los dirigidos al sector bancario y energético, ha contribuido significativamente al aumento de la recaudación, con propuestas para convertir algunos de estos tributos en permanentes.
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