En una impactante declaración, una mujer reveló que un juez le denegó una orden de alejamiento, llevándola a una situación de desesperación absoluta. «No podía aguantar más,» confesó en una entrevista, subrayando la impotencia y el desamparo que sintió tras la decisión judicial. La negativa del tribunal la dejó desprotegida y frente a un peligro latente, lo que exacerbó su miedo y angustia en una situación ya de por sí crítica. Este desenlace pone de manifiesto las fallas del sistema judicial en proteger a las víctimas de violencia, ya que son muchas las personas que se encuentran en circunstancias similares sin recibir el apoyo necesario.
El caso ha generado una ola de indignación entre colectivos de derechos humanos y defensores de las víctimas, quienes han señalado la necesidad urgente de reformas en los procedimientos judiciales para garantizar una protección efectiva. La mujer, cuyo nombre ha sido mantenido en reserva por razones de seguridad, ha expuesto así una realidad que afecta a miles de personas y problematiza la eficacia de las órdenes de alejamiento en casos de violencia doméstica. Este episodio se suma a los numerosos llamados a una revisión de las políticas públicas y a una mejora en la capacitación de los jueces para abordar con sensibilidad y rigor los casos de violencia de género.
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