La semana de Alto Nivel de la ONU 2024, que inicia mañana en Nueva York con la participación de 133 jefes de Estado y Gobierno, se centrará en el conflicto en Oriente Próximo, especialmente en Gaza y Líbano. Este tema ha generado gran preocupación en la comunidad internacional debido al incremento del «riesgo de guerra mundial», según ha expresado la secretaría general de Naciones Unidas. En una rueda de prensa reciente, António Guterres, secretario general de la ONU, instó a abandonar el cinismo y la desesperanza para evitar una posible tercera guerra mundial. Pese a que en la agenda figuran también los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el cambio climático y los desafíos de la inteligencia artificial, el conflicto entre Israel y el grupo islamista Hamás dominará gran parte de los debates y eventos paralelos.
En medio de un contexto de tensión creciente, Palestina presentó por primera vez un proyecto de resolución para exigir el fin de la ocupación israelí, aprobado por una amplia mayoría en la Asamblea General. Además, el recrudecimiento de los enfrentamientos entre Israel y la milicia chií libanesa Hezbolá amenaza con desembocar en un conflicto regional. La Administración del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, continúa con sus críticas contra la ONU y Guterres, acusándolos de connivencia con los atentados de Hamás. En este clima de hostilidad, se prevé que Netanyahu intervenga en la Asamblea General, condicionado por el desarrollo del conflicto con el Líbano.
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