Enclavada en el corazón de Andalucía, Écija, conocida como la «Ciudad del Sol» o la «Sartén de Andalucía», se erige como un ejemplo excepcional del rico legado histórico y cultural de la región. A pesar de sus altas temperaturas, que la señalan como uno de los municipios más calurosos de España, Écija rebosa de monumentos que reflejan su vasta historia, desde los tiempos romanos hasta el esplendor barroco. Su reconocimiento como Conjunto Histórico-Artístico desde 1966 subraya la riqueza de un patrimonio que se manifiesta en palacios como el de Peñaflor, famoso por su largo balcón, y el de Benamejí, hoy en día convertido en el Museo Histórico Municipal. Las imponentes iglesias, como la de Santiago, y los conventos, entre los que destaca el de Santa Florentina, añaden un capítulo esencial a la historia local, haciendo de Écija un destino obligado para los amantes de la cultura.
Pero la ciudad no solo se destaca por su arquitectura; también es un vibrante foco de experiencias culturales y actividades al aire libre. La Semana Santa de Écija, declarada de Interés Turístico Nacional, es un valioso reflejo de su arraigada tradición religiosa. Además, Écija ofrece una variedad de actividades como el piragüismo en el río Genil, senderismo en la Vía Verde y una inmersión en el mundo ecuestre a través de sus famosas yeguadas de Pura Raza Española. La oferta gastronómica es otro de los atractivos, con manjares locales como los bizcochos marroquíes elaborados por las monjas del convento de Santa Florentina, que capturan la esencia culinaria del municipio. En resumen, Écija es un destino que combina historia, cultura y naturaleza, ofreciendo un abanico de experiencias que enriquecen a quienes lo visitan.
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