Las crecientes tensiones geopolíticas y el aumento de ciberataques a infraestructuras eléctricas han encendido las alarmas en el Parlamento Europeo. Los ataques provenientes de actores estatales y no estatales están dirigidos a redes eléctricas críticas, lo que representa un riesgo significativo para la seguridad energética del continente. Según expertos, estas acciones no solo amenazan el suministro de electricidad, sino que también podrían desestabilizar economías y afectar gravemente la vida diaria de millones de ciudadanos.
Ante esta situación, el Parlamento está evaluando medidas más estrictas de protección cibernética y colaboración internacional para mitigar riesgos. Se están considerando sanciones y acciones legales más severas contra los perpetradores, así como una mayor inversión en tecnología de defensa cibernética. Las discusiones también incluyen la necesidad de fortalecer las leyes de cooperación en ciberseguridad entre los Estados miembros, buscando una respuesta unificada a estas amenazas crecientes.
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