Un reciente sondeo revela que, a pesar de los avances en la conciliación laboral, la transparencia salarial y los servicios de cuidado, las madres siguen enfrentando significativas desigualdades. Estas brechas se manifiestan en limitaciones para acceder a oportunidades laborales equitativas y en desigualdades en la distribución de las responsabilidades de crianza. El estudio destaca que, aunque se han implementado políticas para mejorar la situación, el impacto real en la vida cotidiana de las madres es insuficiente, lo que genera un considerable sufrimiento emocional y económico.
Además, el informe señala la falta de avances efectivos en la implementación de medidas que realmente promuevan la igualdad de género en el ámbito laboral. La persistente diferencia en la carga mental y emocional recae desproporcionadamente sobre las mujeres, afectando su bienestar y su desarrollo profesional. Expertos advierten que es crucial acelerar las iniciativas legislativas y empresariales para cerrar estas brechas y garantizar un entorno de trabajo que favorezca una verdadera equidad de género, y que también proteja el bienestar de las madres y de sus familias.
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