En un evento en Mánchester, Keir Starmer presentó el programa electoral del Partido Laborista, subrayando su seriedad y distancia de propuestas extravagantes. A tres semanas de las elecciones, todas las encuestas indican su probable victoria. Starmer promete cambios sin elevar impuestos, priorizando la estabilidad y el crecimiento. Sin embargo, enfrenta críticas tanto de la izquierda de su partido, que demanda medidas más radicales, como de sus rivales conservadores, que alertan sobre posibles aumentos impositivos futuros. La presentación fue interrumpida por una activista ecologista, a lo que Starmer respondió destacando su enfoque en gobernar en lugar de protestar continuamente.
Leer noticia completa en El Pais.